El 2 de febrero de 1936 los primeros falangistas de Mallorca, ponían punto final a la primera y única manifestación multitudinaria del movimiento nacionalsindicalista balear.
Aquella mañana, a las diez y media, los militantes afiliados de Falange fueron convocados en el Teatro Principal de la ciudad de Manacor para culminar un acto que había comenzado el día 19 de enero.
El tumulto generado por los opositores al acto obligó a intervenir a la autoridad municipal de Manacor, que, con el apoyo de la Guardia Civil, procedió a disolver la reunión. En el informe remitido por la Benemérita sobre los acontecimientos se detallaba lo sucedido:
«Pocos momentos antes de dar inicio al acto y a medida que iban presentándose los componentes de la referida Falange eran saludados con vivas y saludos fascistas, lo mismo hicieron los organizadores en el escenario al sacar la bandera de la agrupación, en cuyo momento un numeroso grupo de extremistas levantó los puños en alto al propio tiempo que un fascista era agredido por dicho grupo recibiendo varios golpes con una correa. Con dicho motivo se originó un tumulto que culminó al ser arrojada una piedra contra los que se hallaban en el palco proscenio hiriendo a uno de ellos llamado Juan Riera Cabrer, de 23 años, soltero, profesor de dibujo, natural y vecino de Palma, habitante en la calle de Riera, número 16, el que, al verse lesionado, saco una pistola detonadora, marca Longinos, descargada, en actitud agresiva».
Este mitin constituyó el primer acto de masas celebrado en Mallorca en el marco de la campaña electoral de 1936. Contó con la participación de falangistas de diversos municipios, como Búger, Campanet, Felanitx, Llucmajor, Palma y Sa Pobla. Justo cuando los asistentes se disponían a iniciar un desfile con sus estandartes, fueron recibidos por extremistas de izquierdas que, con el puño en alto, intentaron reventar el acto. Lo que comenzó con abucheos e insultos derivó rápidamente en agresiones físicas, incluyendo el lanzamiento de piedras. Una de ellas alcanzó en el brazo a Juan Riera Cabrer[1], jefe de la Primera Línea de Falange.
La elección de Manacor como sede de esta primera manifestación del movimiento nacionalsindicalista no fue casual. Se trataba de una de las poblaciones con mayor implantación de asociaciones obreras y sindicales de izquierda en la isla. Además, el momento fue estratégicamente seleccionado para aprovechar la campaña electoral previa a los comicios generales de la III Legislatura, programados para el 16 de febrero y el 1 de marzo de 1936. Estas elecciones resultarían en la proclamación del primer gobierno del denominado Frente Popular de Izquierdas en España.
Tras el fallido primer intento, los falangistas decidieron regresar a Manacor con el objetivo de asegurar la celebración del acto. Para ello, trasladaron a un mayor número de afiliados a la localidad, una cifra que, según Antonio Nicolau, rondaba los doscientos camaradas. Según su testimonio:
«El domingo día dos de Febrero del corriente año ochenta afiliados de Falange Española de las JONS de Palma de Mallorca se trasladó a Manacor, ciudad situada a cincuenta quilómetros de dicha Capital de Baleares, al objeto de celebrar un mitin de propaganda de sus ideales; acudieron al acto también representaciones de las JONS locales de la ciudad visitada, de Felanitx, La Puebla, Santa María, Búger, Campanet, Lluchmayor [sic] y otros pueblos de la isla, alcanzando el número de ciento cincuenta los camaradas que allí se trasladaron».

Para evitar nuevos incidentes, los organizadores tomaron estrictas medidas de seguridad. Las escuadras de Primera Línea protegieron tanto el interior como el exterior del Teatro Principal. En el escenario, a los pies del Telón de los Caídos de Falange, se encontraban algunos de los que, en cuestión de meses, engrosarían la lista de falangistas caídos, tanto en la isla como en la península. Entre ellos, Juan Barbará, caído el 19 de julio de 1936 en Palma; José Barbará, caído en el frente de Porto Cristo el 17 de agosto de 1936; Juan Riera, asesinado en la Cárcel Modelo de Madrid en noviembre de 1936; y Jaime Mulet, muerto en el frente de Ribadesella (Asturias) a finales de septiembre de 1936.

Cuatro oradores intervinieron en el acto nacionalsindicalista de Manacor. En orden de aparición, tomaron la palabra: Antonio Nicolau, secretario provincial; Juan Riera, jefe de las Milicias de Primera Línea; Néstor Gallego, delegado de Prensa y Propaganda; y, cerrando los discursos, Alfonso de Zayas, jefe provincial de Falange en Baleares.
El acto concluyó con la emotiva lectura de los nombres de los camaradas caídos, seguida del tradicional y solemne grito de ¡Presentes!, en honor a su memoria. La ceremonia transcurrió en un ambiente de respeto y recogimiento, sin que se registrara ningún tipo de incidente. Así lo confirmó el telegrama enviado al día siguiente por el capitán de la Guardia Civil del puesto de Manacor al gobernador civil Joaquín García Cabrera, ratificando el desarrollo pacífico del evento:
Celebrado ayer Teatro Principal ésta mitin Falange Española hablando Antonio Nicolau, Juan Riera, Ernesto Gallego[2] y Alfonso de Zayas sobre propaganda de Falange Española asistiendo más de mil personas no ocurrieron incidentes
[1] En realidad, hace referencia a Juan Riera Cavaller, quien desempeñaba el cargo de jefe de la Primera Línea falangista en Palma.
[2] Haciendo referencia a Néstor Gallego Caparrós delegado provincial de Prensa y Propaganda en aquellos momentos.
Deja un comentario