Hoy se cumple el octogésimo octavo aniversario de la caída en combate, en cumplimiento y defensa de sus ideales, del primogénito de los hermanos Barbará.
No llegaba al mes exacto de la sublevación militar promulgada a instancias del general Goded el 19 de julio de 1936 y la familia Barbará Puig había pagado con creces su personal aportación en defensa de los ideales compartidos por estos dos hermanos de 25 y 23 años respectivamente.
Vieja Guardia de Falange… ¡Presente!
Juan Barbará Puig.
¡Presente!
José Barbará Puig
¡Presente!
Han marchado dos de los buenos, de los mejores. Junto a otros héroes murieron caballeros de honor y del deber por España, por la Patria que soñaban en sus deseos de paz y grandeza.
La Vieja Guardia llora la pérdida de los dos compañeros de las escuadras primitivas, de la Falange de ayer, que fue la guardia leal y desinteresada del Jefe y del Ideal en los primeros y difíciles días
La Vieja Guardia llora aún…
Con estas palabras loaba el sacrificio de los hermanos Barbará Puig el domingo 20 de septiembre de 1936[1] la anterior delegada de la Sección Femenina de la Unión de Derechas[2] Pilar Solana – Cazaña[3], con su firma reconvertida ya en Delegada Provincial de la Sección Femenina de Falange Española, significando con su rúbrica y a su vez rompiendo con el estilo falangista de no personificarse en los escritos practicados desde sus inicios por los nacional sindicalistas de primera hora, evitando con ello la personificación como titulares o responsables de los mismos.
Continuaba la reconvertida delegada con las siguientes palabras:
Y la imaginación se lanza a un correr desesperado por los caminos del ayer.
¡Vieja Falange, guardia vieja de la España dolorida y llagada en aquellos días en que era delito el honrar y defender a la Patria; cuando el himno de Falange solo lo cantabais vosotros y entonces… entonces solo podía hacerse calladamente, más con el corazón que con los labios; y el grito de ¡Arriba España! Era más que suficiente para llenar las cárceles. Y vosotros viejas falanges poníais la juventud de vuestros cuerpos y el entusiasmo de vuestro corazón, con el ejemplo del Jefe, al servicio de una causa buena y santa pero a la que las gentes – el vulgo – consideraba como algo irrealizable y por eso se apartaban y erais pocos los escogidos, pero aunque pocos, estáis y sois aún, el auténtico espíritu de Falange Española.
De ese espíritu que en momentos de peligro llenó las cárceles de Mallorca, el Castillo de San Carlos; muros que han sido testigos de la heroicidad y patriotismo de nuestros muchachos.
¡Qué bien vive en mi memoria todo este ayer glorioso por lo difícil y valiente! Andanzas por las cárceles de los pueblos visitando nuestros presos… ¿Os acordáis amigos? sin poderlo evitar al veros tras los barrotes de las celdas y contemplar el llanto de vuestras madres he llorado yo también y más de una vez vosotros viejos camaradas transformasteis mi llanto de pena por otro más dulce. El de la esperanza de una España grande. Lo dije muchas veces y lo repito hoy, nuestros muchachos se hicieron hombres entre cantos de optimismo y a la sombra de la cárcel y eran en aquellas mis visitas cuando las voces roncas enviaban abrazos a los compañeros de la Capital que sufrían prisión como ellos por el gran delito de querer con cariño caballeresco y apasionado a la blanca novia que es España.
Y con la misma fé que los hombres, recuerdo también las Falanges Femeninas de Porreras que fueron modelos de organización y valentía, las de Calviá que fueron multadas repetidas veces por el hecho de hacer propaganda falangista y otras organizaciones de pueblos que sería imposible nombrar. ¡Qué bien aparecéis en mi recuerdo Falanges de los pueblos de nuestra valiente Mallorca! Sin saber cuándo comenzó, existe esta amistad nuestra que recuerda los tiempos en que siendo pecado, vosotros, Vieja Guarda de Falange, luchabais ya por la liberación de España.
Juan y José Barbará Puig.
¡Presente!.
A estos se los llevó la muerte estando como siempre en su sitio, cumpliendo su deber. Otros lejos de aquí cumplen su misión honrosa y difícil. Y los demás de la Vieja Guardia, trabajan incansablemente animados por su espíritu verdaderamente falangista.
Vieja Guardia de Falange:
¡Presente!
Para vosotros estas líneas que probablemente serán las últimas. ¡Compañeros! como en los momentos agrios y difíciles en que las gentes se asustaban y reían frente a vuestro ímpetu, no comprendiendo la grandeza de vuestra bendita locura, diré hoy de nuevo como ayer junto a vosotros.
¡PRESENTE Y ¡ARRIBA ESPAÑA!
Pilar Solanas-Cazaña
Palma Septiembre 1936
Sobre las cinco y cuarto de la mañana del domingo día 16 de agosto de 1936 las diversas patrullas de vigilancia destacadas en la costa de Manacor advertían el inicio del silencioso desembarco en Cala Anguila de las tropas que componían la denominada Columna de Baleares al mando del capitán Bayo[4] iniciándose así el Día D de la denominada Batalla de Mallorca[5].
Poco podía imaginar el matrimonio compuesto por Juan Barbará Pellicer y Margarita Puig Bosch que apenas 29 días después de perder a su hijo Juan en la refriega de la calle Colon de Palma volverían a ver truncada la vida de otro de sus hijos, esta vez su primogénito José caído en las posiciones defensivas cercanas a las Cuevas del Hams en las proximidades de la costera localidad de Porto Cristo.
Quien nos ofrece esta vez los datos más concretos es el capitán de Infantería y de la Legión de Mallorca José Pérez Vengut[6] (22 de marzo de 1903 – 4 de abril de 1938) quién en la descripción por él denominada como la “Casa del Tercio” la señala y define como “esta casa tenía un reducto fortificado y en avanzadilla” desde la cual se dominaba una gran extensión de terreno situada en las proximidades de las cuevas del Hams.
La versión del propio Pérez Vengut nos establece una de las versiones que sobre tal hecho se han dado:
“Serían las once de la mañana, cuando comentando, junto a los camiones de aprovisionamiento, los incidentes de la jornada, aparecieron como todos los días los aparatos enemigos y rápidamente se disolvió la tertulia. Cayeron unas cuantas bombas, destrozando una de ellas, un camión en el que había una pieza de montaña y debajo del cual se había refugiado un falangista. Al llegar allí, pasado el peligro, apenas pudimos reconocerlo, era José BARBARÁ”
Otra de las versiones establece que estando descargando los aprovisionamientos fueron sorprendidos en el camión por el ataque aéreo de los hidroaviones enemigos el falangista José Barbará Puig y El chofer del camión Jaime Pastor Vaquer, los cuales sin poder llegar a alcanzar refugio seguro fueron alcanzados de pleno por la deflagración del citado camión tras un impacto directo de una de las bombas lanzadas por la aviación enemiga.
La tercera de estas versiones fue comentada por Juan Caldentey al doctor Mariano Rosselló Barbará indicando que los camiones se estaban aproximando al punto anteriormente señalado por Pérez Vengut como Casa del Tercio cuando fueron sorprendidos por el ataque de unos hidroaviones enemigos, lo cual provocó la detención del convoy militar y que sus ocupantes bajaran de los vehículos en busca de protección contra el ataque aéreo y que al ser el camión acertado de pleno produjera la muerte instantánea del falangista José Barbará Puig y del chofer del camión Jaime Pastor Vaquer.
Sin pretender desmentir la versión de Pérez Vengut, pensamos que no entra en la lógica racional lo de buscar refugio bajo un camión que transportaba una pieza de artillería de montaña con su correspondiente munición; no es desde luego la elección más segura para buscar protección, uno por ser un objetivo directo y dos por el peligro de la munición que pudiera portar, otra cosa es que se pretendiera abandonar de forma inmediata el vehículo por el lado opuesto por donde provenía el ataque y que al impactar la bomba o los disparos en el camión produjera la explosión del mismo y la consiguiente carga de mortífera metralla que pudiera causar la muerte del falangista y del chofer, más esto no dejan de ser más que elucubraciones acerca de lo que en realidad ocurrió.
Lo cierto es que sobre el mediodía del día 17 de agosto de 1936, apenas 29 días después de la muerte de su hermano pequeño, José Barbará Puig emprendía su camino en búsqueda de su hermano Juan para de esta manera hacer ambos hermanos honor a las palabras de José Antonio Primo de Rivera[7].
“Nuestro sitio está al aire libre, bajo la noche clara, arma al brazo y en lo alto las estrellas. Que sigan los demás con sus festines. Nosotros, fuera en vigilia tensa, fervorosa y segura, ya presentimos el amanecer en la alegría de nuestras entrañas”
Pepe Barbará, el joven mallorquín de 25 años que había completado sus estudios de ingeniería en la estadounidense ciudad de Boston[9], era conocido entre los falangistas mallorquines por su “cuerpo de atleta, corazón de niño[8]”; llegó a la Falange poco después del ingreso de su hermano Juan, como este provenía a su vez del Sindicato Español Universitario SEU, la fecha de ingreso que nos costa en las filas nacional sindicalistas es la del 11 de abril de 1935
El 8 de octubre de 1936 Antonio Nicolau Montaner a la sazón secretario provincial de Falange le dedicaba estas palabras:
“Y pasaron días y noches de vela constante: José Barbará Puig, hermano del caído velaba también por la España grande, por aquella España Una por cuya liberación derramaban y siguen derramando su sangre nuestros hermanos, nuestros camaradas… y fueron muchas las noches en vela bajo los luceros que desde allá arriba hacían guiños y coqueteaban con nuestros camaradas… y cayó enfermo José Barbará…
Y llegaron un día las hordas marxistas catalanas, y abandonó José Barbará la cama en que estaba rendido y marchó para el frente de batalla entonando como siempre…
“Volverán banderas victoriosas…
Al paso alegre de la paz…”
La noticia llegó… José Barbará Puig había caído… Fue confirmada luego… Una bomba de aviación vomitó su metralla sobre aquel cuerpo cubierto con camisa azul… Su carne quedó destrozada… Las cinco flechas que llevaba sobre el corazón fueron batidas…
“Y traerán prendidas cinco rosas
Las flechas de mi haz…”[10]
Fuentes consultadas:
Doctor Mariano Rosselló Barbará hijo de la Isabel Barbará Puig, hermana pequeña de José y Juan Barbará Puig.
Fuente gráfica:
Colección privada del doctor Mariano Rosselló Barbará.
[1] El Día. Periódico de la mañana del domingo 20 de septiembre de 1936 primera página.
[2] Partido conservador y españolista de ámbito mallorquín creado en julio de 1931 bajo la pretensión de organizar a los sectores conservadores de Mallorca; integrado en marzo de 1933 en la Confederación Española de Derechas Autónomas – CEDA – de Gil Robles cambiando posteriormente su nombre al de Acción Popular Agraria.
[3] Designada Delegada de la Sección Femenina de la Unión de Derechas el 21 de octubre de 1932, participando con dicho cargo en el mencionado partido durante la campaña electoral de febrero de 1936, apareciendo en la prensa local del 25 de julio de 1936 como Delegada Provincial de la Sección Femenina de Falange Española.
[4] Alberto Bayo Giroud. Camagüey 1892 – La Habana 1967. Militar y piloto ingresado en 1912 en la Academia Militar de Toledo alcanzando el grado de segundo teniente en 1915 para posteriormente en 1916 obtener el titulo de piloto militar en la Escuela de Aviación Militar de Madrid afiliado a la Unión Militar Republicana Antifascista UMRA, expulsado en 1923 del Cuerpo de Aviación tras sostener un duelo con el capitán Joaquín González Gallarza resultando este último con heridas graves. Tras su expulsión paso forzoso a la Legión en 1924 participando como legionario en la Guerra del Rif al mando de una Compañía resultando herido de gravedad viviendo en Marruecos hasta 1934; reincorporado a las fuerzas aéreas durante la Segunda República con destinos burocráticos sorprendiéndole la sublevación del 17 de julio de 1936 con el grado de capitán de Aviación e Infantería destinado en el aeródromo militar de El Prat de Llobregat. Se encargo de la liberación de las islas de Ibiza y Mallorca viéndose obligado a replegarse y al abandono de los territorios conquistado por su expedición.
[5] Dicha batalla ocupo el espacio de tiempo comprendido entre el 16 de agosto y el 4 de septiembre de 1936
[6] José Pérez Vengut. Porto-Cristo; el legionario y otros héroes. Palma de Mallorca. 1937
[7] José Antonio Primo de Rivera. Discurso del 29 de octubre de 1933 en el Teatro de la Comedía de Madrid.
[8] Diario Falange del martes 19 de julio de 1938
[9] Capital y ciudad más poblada del estado de Massachussetts, siendo a su vez una de las ciudades más antiguas de los Estados Unidos de América.
[10] Documento firmado por Antonio Nicolau Montaner el 8 de octubre de 1936 bajo el título de Himno de la Falange colección particular de Juan M. Bernal Jiménez.
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