El 11 de abril de 1935 los estudiantes Barbará, Bosch y Colom dirigían al Excelentísimo Señor Gobernador de Baleares el siguiente escrito manuscrito:

Excmo. Sr:

Los que suscriben tienen el gusto de exponer a V.S. que, deseando fundar en Palma de Mallorca el Sindicato Español Universitario anexo a F.E. de las J.O.N.S. con domicilio en la calle de Olmos 144; lo someten a su aprobación.

Esperando ser atendidos, no dudamos de la benevolencia de V.S. cuya vida dure muchos años.

Palma 11 abril 1935.

El día 3 de mayo con la firma de Francisco Bosch, Juan Salas, Jaime Real, Antonio Garau y Joaquín Casasnovas se rubricaba la correspondiente Acta de Constitución con los siguientes cargos: presidente Francisco Bosch, secretario Juan Salas y tesorero Joaquín Casasnovas.

Aún no siendo una JONS local, es evidente que si se constituía la Jefatura Local del sindicato estudiantil verdadera cantera y aportadora de los primeros militantes falangistas mallorquines.

“Después de un año de vida precaria y difícil, si bien no estábamos perseguidos aun pues nuestras fuerzas no eran para infundir miedo a nadie y muchos eran los que no nos hacían caso, empezó la Falange a aumentar en número; los estudiantes empezaron a acudir en masa a nuestras filas”[1]

Es indudable la importancia de la presencia de los jóvenes estudiantes en el desarrollo del movimiento nacional sindicalista insular, tal como indica el propio marqués de Zayas:

“Mientras tanto, el número de afiliados iba en aumento. Eran principalmente estudiantes”[2] dedicándose de forma eficaz a la propaganda mediante el reparto de hojas y manifiestos, así como a la venta del periódico F.E.

Insistiendo el propio Zayas en la importancia de los elementos juveniles en la Falange de las primeras horas:

“En aquellas fechas contaba ya la Falange con muchos afiliados… La mayor parte de los afiliados, insisto, era gente joven, llena de ímpetu y arrojo, capaz de comprender toda actitud noble y desinteresada, como era nuestra causa. Pero pronto se nos planteó el problema de tipo económico. Al llegar el verano, con las vacaciones, muchos estudiantes se marchaban a los pueblos… Las vacaciones escolares ocasionaban apuradas crisis económicas”.[3]

[1] Antonio Nicolau Montaner: Borrador mecanografiado para la Historia de la Falange Balear (inédito)

[2] Alfonso de Zayas y de Bobadilla. Historia de la Vieja Guardia de Baleares. 1955. Madrid.

[3] Ibidem.