PRIMERA LÍNEA

Bartomeu C. Moragues Jordà

Victimarios o victimas II

LA PERSECUCIÓN DE LA FALANGE FUNDACIONAL NACIONAL.

Así entre el crimen y la envidia hemos vivido tres años que parecen una existencia. Años fecundos, germinales, que nos han adiestrado para la lucha de ahora. Y para la decisiva que se prepara.[1]

No se debería dar por buena la simplista tergiversación de lo que fue realmente el movimiento nacionalsindicalista español dando por válidas las múltiples falsedades reiteradamente vertidas como medio de justificación en la defensa de la violencia terrorista ejercida sobre los militantes de Falange proveniente, sobre todo, desde los partidos y sindicatos marxistas bajo la acusación de provocación fascista.

Desde los primeros instantes de su aparición en la política española el movimiento nacionalsindicalista se movió entre los constantes ataques surgidos tanto de la izquierda, esta con mayor saña y virulencia, como por el recelo de la derecha.

Establezcamos pues que la Falange se desenvolvió desde los primeros momentos de su existencia entre la incomprensión de los partidos monárquicos y de centro derecha y el visceral odio de la izquierda revolucionaria marxista.

No por esto el historiador debe dejar de preguntarse quién disparó el primer tiro, de quién fue el primer caído.   Porque, aunque no cabe duda de que gran parte de las primeras provocaciones partieron de la Falange y que la violencia fue su único camino para llegar a la meta final, cabe también afirmar que no fue la Falange la que causó el primer muerto.[1]

Recordemos la preocupación, a modo de queja por la incomprensión, establecida por todo el arco político existente en la España de la década de los años treinta del pasado siglo, sobre lo que era o quería representar el movimiento nacionalsindicalista español más conocido como Falange, con las palabras escritas por su fundador José Antonio Primo de Rivera.

Pero como en el mundo circulaban tales y cuales modelos y como uno de los rasgos característicos del español es su perfecto desinterés por entender al prójimo, liada pudo parecerse menos al sentido dramático de la Falange que las interpretaciones florecidas a su alrededor en mentes de amigos y enemigos. Desde los que, con más empaque intelectual, nos estimaban partidarios de la absorción del individuo por el Estado, desde los que nos odiaban como a los representantes de la más negra reacción, hasta los que suponían querernos muchísimo para ver en nosotros una futura salvaguardia de sus digestiones ¡cuánta estupidez no habrá tenido uno que leer acerca de nuestro movimiento! En vano hemos recorrido a España desgañitándonos en discursos, en vano hemos editado periódicos, el español firme en sus primeras conclusiones infalibles nos negaba, aun a título de limosna, lo que hubiéramos estimado más: un poco de atención.[2]

La Falange se debatió, desde sus inicios, sorteando los intentos de exterminio de su independencia como movimiento político, ya fueran los provenientes desde los sectores monárquicos y de la derecha conservadora en su vertiente económica, como de los violentos ataques propiciados desde la izquierda marxista empeñados en el total exterminio físico de los pocos afiliados que originariamente alcanzó el movimiento.

Tengamos en cuenta pues, estas dos enemistades señaladas:

 La una, el recelo de la derecha herida en su amor propio por no lograr que los falangistas se doblegaran a su pretensión de convertirla en su fuerza de choque callejera.

No seremos ni vanguardia, ni fuerza de choque, ni inestimable auxiliar de ningún movimiento confusamente reaccionario. Mejor queremos la clara pugna de ahora que la modorra de un conservatismo grueso y alicorto, renacido en provecho de unos ambiciosos «madrugadores». Somos –se ha dicho muchas veces– no vanguardia, sino ejército entero, al único servicio de nuestra propia bandera.[3]

La otra, el odio de la izquierda como consecuencia de la presencia de un firme competidor sobre las pretensiones marxistas de dominio y control de la masa proletaria.

Es consustancial a la génesis del movimiento falangista su ubicación equidistante entre el capitalismo y el marxismo para con ello colocarse en lo que sería en el centro de la diana de todos los ataques emitidos por sus adversarios políticos.

Recordemos su argumentario ideológico sobre tal motivo de distancia entre capitalismo y marxismo, que al fin y a la postre, como indicamos, sería la causa y el motivo de la incomprensión y persecución padecida desde derecha e izquierda.

El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir anti partido, sépase desde ahora no es de derechas ni de izquierdas. Porque en el fondo, la derecha es la aspiración a mantener una organización económica, aunque sea injusta, y la izquierda es en el fondo, el deseo de subvertir una organización económica, aunque al subvertirla se arrastren cosas buenas. Luego esto se decora en unos y otros con una serie de consideraciones espirituales. Sepan todos los que nos escuchan de buena fe que estas consideraciones espirituales caben todas en nuestro movimiento; pero que nuestro movimiento por nada atará sus destinos al interés de grupo o al interés de clase que anida bajo la división superficial de derechas e izquierdas.[4]

A esta nueva visión sobre los enemigos declarados del movimiento falangista español añadamos otros elementos que en sí mismo nos facilitarán la comprensión de la situación en que se encontraban los falangistas en relación con el resto de movimientos políticos existentes en la España republicana.

Y por ello no podemos obviar la existencia de varios errores de interpretación sobre el periodo correspondiente a la Segunda República española entre abril de 1931 y julio de 1936.

Primer error. Considerar que la II República española fue un logro democrático pleno obtenido única y exclusivamente por la intervención de los partidos marxistas.

Dentro de este primer error debemos diferenciar de forma clara y evidente dos aspectos:

Primero: Desde siempre y por las organizaciones de la izquierda se ha pretendido establecer que el corto periodo de vigencia de la Segunda República, el que transcurre desde las elecciones municipales del 14 de abril de 1931 hasta el levantamiento militar, contra el Gobierno del Frente Popular, que no la República, del 17 de julio de 1936, fuese un espacio de exuberante y plena libertad democrática.

Muchos han sido los esfuerzos vertidos desde los movimientos marxista en la realización de la falsa equiparación de la república como un logro de la izquierda, y aquí no podemos ni olvidar ni dejar de mencionar los constantes ataques realizados desde sindicatos y partidos revolucionarios marxistas internacionalistas contra los legítimos Gobiernos republicanos de derecha legalmente constituidos y ganadores de las primeras elecciones tras el periodo constitucional o provisional.

Existe suficiente constancia de las continuas consignas y proclamas para no aceptar el veredicto democrático de las urnas por parte de los movimientos marxistas. Sobre todo, desde las filas socialistas, muestras suficientes las encontramos en el siguiente ejemplo publicado el 21 de octubre de 1933 en el Órgano de la Federación de Juventudes Socialistas de España[5]

¡Camaradas preparaos!

El Sr. Gil Robles pronunció el domingo pasado un discurso en el que ha sentado de manera nítida su visión fascista del Estado. En él excitó a las oligarquías feudales y a la burguesía a unirse en un bloque antimarxista. Frente a este bloque está emplazada la lucha electoral. Y, desde hoy, toda la lucha del proletariado español. Primero contenderemos legalmente con él. Trabajaremos con todo ahínco en las elecciones. Esperamos de ella un triunfo resonante. Pero sabemos que, por muy resonante que él sea, no conseguiremos derrotar al enemigo en la legalidad burguesa. Por eso decimos a nuestros camaradas: ¡Preparaos!, con la esperanza de que comprenderán todo el sentido de la consiga. Sabemos que prepararse cuesta mucho. Pero el proletariado sólo puede triunfar a cuenta de muchos sacrificios. Si no nos preparamos nosotros no esperemos que vaya a venir una mano milagrosa que nos prepare. El fascismo sólo puede ser derrotado definitivamente por la violencia de la clase obrera organizada bajo las banderas del Partido Socialista.

Y que dicho periodo republicano no fue, reiteremos una vez más, un logro exclusivo de la izquierda, que por cierto ni estaba ni se le esperaba en los tiempos anteriores a la implantación del régimen republicano durante la monarquía.

Como tampoco es cierto que dicho periodo republicano fuera truncado y llevado al  fracasado por los intentos golpistas de los conservadores y de la derecha antirrevolucionaria, incluyendo en dicho grupo a los nostálgicos monárquicos, a las incipientes organizaciones de centro derecha republicanas, a los militares y sobre todo a los falangistas, todos ellos calificados de fascistas con la finalidad de meter en un mismo saco a todos los partidos y así concretar un solo frente o enemigo común de las teorías revolucionarias favorables a la implantación de la dictadura del proletariado.

Traigamos a colación como durante el periodo comprendido entre el 14 de abril de 1931 y el 17 de julio de 1936, la única intentona propiciada desde la derecha fue la bautizada como la Sanjurjada del 10 de agosto de 1932; mientras que, desde la izquierda, sin contar las múltiples huelgas y actos violentos ejecutados, fueron muchos más los actos revolucionarios y de subversión contra el régimen republicano establecidos y promovidos desde las izquierdas marxistas.

Siendo la Huelga General Revolucionaria o Revolución de octubre de 1934 y las posteriores amnistías y liberaciones de los cabecillas de las algaradas entre otras razones una de las causas que crearon el caldo de cultivo para establecer la inseguridad y la inestabilidad gubernativa de la derecha y la situación idónea que puso las bases de la intervención militar de julio de 1936.

A modo de recordatorio demos un escueto repaso cronológico a tales intentos insurreccionales marxistas: enero de 1932 Huelga General en el Alto Llobregat; enero de 1933 Huelga General en Cataluña, Levante y Andalucía; diciembre de 1933 Huelga General en Aragón, Rioja y Navarra; octubre de 1934 (días 4 y 5) Revolución de Asturias bajo el impulso de Largo Caballero; (día 7) Rebelión de la Generalidad de Cataluña propiciada por Lluís Companys.

Resumiendo, en el citado periodo mencionado frente a un intento propiciado desde el centro derecha se producen cinco promovidos por los marxistas y separatistas.

 No se debería redundar en el error historiográfico de pensar así, insistamos en recordar como los mayores intentos de hacer fracasar la experiencia republicana procedieron desde los partidos de izquierdas y como la calificada por ellos, los marxistas, como república burguesa, constantemente atacada y boicoteada por considerarla enemiga de la posible instauración de una república conductora hacia la implantación de la Dictadura del Proletariado tan ampliamente defendida por los marxistas.

Recordemos de nuevo las consignas emitidas desde el Órgano de la Federación de Juventudes Socialistas de España animando y preparando para la ejecución de la Revolución de Octubre en España.

Esto nos reafirma en nuestra posición. El proletariado no puede esperar de la legalidad más que su estrangulamiento. Es preciso que emplee todas sus fuerzas en organizar la insurrección para lanzarse a ella antes de que el fascismo implante francamente una dictadura.

¡Camaradas! Ante esta crisis nuestro grito es:

¡Todo el poder para los socialistas!

¡Viva la insurrección armada!

¡Viva la revolución social![6]

A estos constantes ataques violentos contra el ya establecido régimen constitucional republicano añadámosle la falsa dicotomía del erróneo razonamiento que establece la equiparación de la Republica como única y exclusiva realidad marxista atacada por la derecha, la iglesia y los militares cuando la realidad historiográfica nos lleva a pensar lo contrario.

Baste un sucinto repaso a la hemeroteca contemporánea sobre el periodo estudiado para observar como el régimen republicano fue mucho más defendido y protegido por los partidos del centro derecha que por los de la izquierda marxista revolucionaria.

Insistamos también en cómo y cuántos fueron los constantes ataques violentos contra los gobiernos radicales y de derechas ganadores de las primeras elecciones celebradas tras el periodo constitucional republicano y que llevaría al conocido como Bienio radical de derecha bautizado por la izquierda como Bienio Negro entre 1933 y 1935.

Observemos en el siguiente cuadro como de un total de veinte gobiernos durante el periodo 1931 a 1936, trece fueron presididos por representantes del centro derecha mientras que siete lo fueron presididos por representantes de la izquierda.

GOBIERNOS DE ESPAÑA PERIODO 1931 – 1936
PERIODO N.º PRESIDENTE FECHA TENDENCIA
CONSTITUCIONAL 1 Niceto Alcalá Abril a octubre 1931 Liberal
2 Manuel Azaña Izquierda
1.º BIENIO “REFORMISTA”

1931 a 1933

3 Manuel Azaña Diciembre 1931 a junio 1933 Izquierda
4 Junio a Julio 1933 Izquierda
5 Alejandro Lerroux Septiembre a octubre 1933 Centro
6 Diego Martinez Octubre a diciembre 1933 Centro
2.º BIENIO “NEGRO”

1933 a 1936

7 Alejandro Lerroux Diciembre 1933 a marzo 1934 Centro
8 Marzo a abril 1934 Centro
9 Ricardo Semper Abril a octubre 1934 Derecha
10 Alejandro Lerroux Octubre 1934 a abril 1935 Centro
11 Abril y mayo 1935 Centro
12 Mayo a septiembre 1935 Centro
13 Joaquín Chapaprieta Septiembre a octubre 1935 Derecha
14 Octubre a diciembre 1935 Derecha
15 Manuel Portela Diciembre 1935 Centro
16 Diciembre 1935 a febrero 1936 Centro
FRENTE POPULAR 1936 17 Manuel Azaña Febrero a abril 1936 Izquierda
18 Abril a mayo 1936 Izquierda
19 Augusto Barcia Mayo 1936 Izquierda
20 Santiago Casares Mayo a Julio 1936 Izquierda

Tengamos muy presente, insistimos en ello, que de los veinte Gobiernos establecidos entre el 14 de febrero de 1931 y el 17 de julio de 1936 doce fueron de tendencia de centro derecha, uno liberal mientras que tan solo siete lo fueron de la izquierda.

Segundo: Nos referimos aquí al supuesto estado de libertades democráticas implantadas por la Republica.

Un claro ejemplo de esas carencias democráticas lo encontramos en la aplicación del Estatuto del Gobierno Provisional del 15 de abril de 1931, ampliado y mejorado con la Ley de Defensa de la República del 21 de octubre de 1931 para concluir definitivamente en la Ley de Orden Público del 28 de julio de 1933, instauradas todas ellas por los gobiernos bajo la presidencia del centroizquierdista[7] Manuel Azaña.

Recordemos las palabras de Carmen Martínez Pineda[8] sobre lo que esto representaba con su aplicación sobre la libertad de expresión:

La libertad de prensa fue progresivamente constreñida e incluso anulada, al amparo de leyes de excepción que favorecieron la injerencia gubernativa.

No olvidemos tampoco lo que, según palabras de Pilar Higuera Garcia[9], nos indica el escaso valor democrático de la intervención gubernativa en lo relativo a la libertad de expresión del Estatuto Jurídico del 15 de abril de 1931:

En su última disposición el gobierno se autoriza a sí mismo para someter esa libertad personal y los derechos ciudadanos que había prometido ampliar a un régimen de fiscalización gubernativa.

Insistamos pues en lo de no tomar el periodo de la Segunda República española como un periodo pleno de libertades democráticas, insistamos en que resulta bastante más que dudoso tal estado a la sobra de la realidad historiográfica del periodo.

Por ello tengamos presente la constante aplicación de las Leyes de Defensa de la República y la del Orden Público tan profusamente aplicada en contra de Falange tanto por gobiernos de derecha del Segundo Bienio como del Frente Popular de Izquierdas durante el breve periodo de vigencia al frente de la nación.

Redundemos aquí sobre la existencia o mejor dicho el mantenimiento de las situaciones legales establecidas con anterioridad al periodo republicano y nos referimos aquí al conocido como Estatuto Jurídico actualizado desde el 15 de abril de 1931 mediante el cual se confería al ejecutivo la potestad de someter a fiscalización a derechos ciudadanos cómo era la libertad de expresión y reunión.

Insistamos en señalar como el mencionado Estatuto Jurídico, publicado en La Gaceta el 15 de abril de 1931, en su última disposición el gobierno se autorizaba a sí mismo para someter la libertad personal y los derechos ciudadanos, que con anterioridad había prometido ampliar, mediante la aplicación tan democrático acto de fiscalización gubernativa con el solo sometimiento a la voluntad y capricho del correspondiente gobierno de turno.

Es por ello que debemos poner en duda que dicho periodo fuera ese estado idílico de aplicación y existencia real de libertades democráticas plenas en los derechos políticos de los españoles que se nos pretende hacer creer que era.

Segundo error. Considerar que la persecución como movimiento político de Falange Española fue una acción única y exclusivamente aplicada desde la izquierda marxista española.

Craso error sería tomar dicha afirmación como verdadera; insistamos en que el movimiento nacionalsindicalista español desde sus primeros momentos fue perseguido por los distintos gobiernos ya fueran de centro derecha ya fueran de izquierda.

Establecer tal creencia es desconocer plenamente la realidad a la que se enfrentaron los falangistas desde los primeros instantes de su fundación.

Cierto es que existe una clara diferencia en el modo y forma de eliminar la competencia política de la nueva fuerza falangista emergente aplicadas ya fuera por los movimientos más conservadores como por los más revolucionarios.

Diferenciación que va desde la asfixia económica administrativa practicada por los partidos conservadores, sobre todo desde el momento en que se percataron de que Falange nacía con unas pretensiones diferenciadoras y la imposibilidad de su manipulación o sometimiento a los intereses y voluntad de monárquicos y de derecha, hasta las verdaderas acciones de exterminio físico practicada por los militantes marxistas sobre los jóvenes falangistas; apoyémonos en la afirmación, en este último caso señalada por José Antonio Parejo Fernandez[10] de lo que fue desde los primeros instantes la persecución practicada desde la izquierda marxista.

        Como es sabido Falange se fundó en octubre de 1933. Un mes escaso después, sin tiempo de haber pensado en las pistolas alguien disparó contra la multitud en un mitin de Primo de Rivera en Cádiz, ocasionando un muerto y varios heridos. El 11 de enero de 1934 fue asesinado el primer falangista en Madrid, el cual acababa de comprar una publicación de Falange.

A raíz de aquel asesinato, los quiosqueros se negaron a vender los periódicos de FE por lo que fueron los jóvenes del partido quienes empezaron a venderlos en las calles. El resultado de todo esto fue que el 27 de enero de aquel mismo año fuera asesinado a tiros el encargado de dirigir esas ventas a pie de calle. El 3 de febrero dos heridos de bala que vendían el periódico; el 9 de febrero moría Matías Montero. Es decir, en cuatro meses de vida Falange ya sumaba cuatro muertos.

Traigamos a colación que en la negativa de los quiosqueros mencionada por Parejo mucho tuvo que ver con las amenazas y con la práctica de represalias[11] y muerte[12]  efectuada por los marxistas a quienes realizaran la venta. Una muestra de tal método coercitivo vendría refrendando por los diversos acuerdos tomados entre ellos el que se realizó el 6 de febrero de 1934 por la Agrupación de Vendedores de Málaga mediante el cual amenazaban con la toma de represalias contra los afiliados que vendieran prensa fascista.

Insistamos en tener muy presente que entre los años 1933 y 1935, es decir, el conocido como Bienio Negro, fue un periodo con la constante presencia de las derechas monárquicas y radicales republicanas en los diversos gobiernos.

En el siguiente cuadro explicativo podemos observar como el movimiento falangista fue perseguido desde los instantes mismos de aparecer en el panorama político español de la tercera década del pasado siglo independientemente de quien ejerciera el gobierno de la nación.

ACTIVIDADES REPRESIVAS CONTRA FALANGE DE LOS GOBIERNOS DURANTE EL SEGUNDO BIENIO

RADICAL CEDISTA 1933 – 1935

17 clausura de locales en todo el territorio nacional.
13 suspensiones de diarios, revistas y semanarios
6 prohibiciones y suspensiones de actos.

No solo fueron la aplicación de las tan democráticas leyes anteriormente expuesta; añadamos aquí la promulgación y entrada en vigor del Decreto de agosto de 1934 por el que los menores de edad debían abandonar la militancia en las filas de las diversas organizaciones políticas mediante el cual se atacaba a la incipiente afiliación de jóvenes estudiantes.

Y por ello, tras años de constante insistencia en la mentira y tergiversación de establecer la creencia de que Falange sea considerada como la única y exclusiva fuerza de choque enemiga de la izquierda, hacerlo sería caer en un redundante simplismo interpretativo de la realidad, muy preocupante, dando con ello por válidas algunas de las falsedades utilizadas con excesiva frecuencia por la propaganda malintencionada y justificativa de los actos violentos realizados contra el movimiento falangista desde y por las organizaciones revolucionarias marxista españolas con el habitual desparpajo que utilizan dichas organizaciones en lo de repetir constantemente una mentira para así reconvertirla en la verdad haciendo caer la responsabilidad del inicio de los actos violentos en los jóvenes nacionalsindicalistas.

En las horas aparentemente tranquilas esta actitud profunda, religiosa de la Falange mereció la pálida sonrisa de los cautos. Las pobres derechas españolas creyeron concluir con la Falange por dos caminos: el del silencio y el de la falsificación; ocultando nuestras luchas – ¡muertos fraternos de la Falange, a los que la Prensa “patriótica” no dedico una línea” – y recordando nuestra exterioridad, a la que imaginaban vinculado el éxito. Las izquierdas, más avisadas, señalaron desde el comienzo nuestro peligro y nos declararon la guerra, una guerra infame que tenía por arma el asesinato.[13]

Olvidan de forma voluntaria la lectura e interpretación real de la doctrina emanada desde el pensamiento de José Antonio Primo de Rivera.

Las fuerzas conservadoras en general, se hallan reunidas por el solo vínculo de temor al triunfo de las izquierdas. No acaban de comprender que haciendo desaparecer el efecto desaparece la causa, y se resisten a desmontar el sistema capitalista, que está fracasando en todo el mundo.[14]

Pues bien, si errónea es esta interpretación histórica no menos errónea sería caer en la creencia de que el movimiento español nacido como Falange Española y ampliado en 1934 con la aportación del nacionalsindicalismo como Falange Española de las J.O.N.S. fue única y exclusivamente perseguida desde el arco más revolucionario y violento de los movimientos políticos y sindicales marxistas internacionalistas de la década de los años treinta del pasado siglo XX.

Recordemos aquí como el sujeto receptor de la violencia terrorista practicada desde los partidos marxistas, con preponderancia de socialistas y comunistas, contra la denominada provocación fascista  se vio reforzada por la actitud desarrollada desde las instancias gubernativas con la aplicación, muchas de las veces de forma arbitraria, de las vigentes leyes republicanas, dándose con extraordinaria frecuencia la detención de los supuestos provocadores mientras que los ejecutores con increíble asiduidad se veían favorecidos por la tolerancia de las fuerzas del orden público y  gubernamentales.

PROCEDENCIA POLITICA DE LOS ASESINOS DE FALANGISTAS
PARTIDO VICTIMAS CAUSADAS PORCENTAJE
Partido Socialista Obrero Español 42 40,38
Partido Comunista de España 16 15,38
Confederación Nacional del Trabajo[15] 9 8,65
Autoridades[16] 6 5,77
Socialistas y comunistas[17] 6 5,77
Partido Federal[18] 3 2,88
Sin determinar autoría atentado 18 17,32
Asesinados durante Revolución de octubre 1934 4 3,85
Total 104 100

Del anterior cuadro se puede observar como de un total de 104 asesinatos de falangistas 64 fueron ejecutados por los pistoleros marxistas, es decir un 61,53 por ciento del total cayeron en acciones terrorista realizadas o bien por comunistas o bien por socialistas, cuando no lo eran en atentados efectuados conjuntamente por miembros o simpatizantes de ambos partidos de forma conjunta.

Traigamos aquí las palabras pronunciadas por Primo de Rivera en el Congreso de Diputados en la sesión celebrada el jueves 1 de febrero de 1934[19]

No creo que el Gobierno nos vaya a dar el argumento de la F.U.E.[20], de que somos una Asociación de tendencia antiliberal, pero no creo tampoco que el Gobierno – no lo podrá hacer sin injusticia – nos pueda decir que somos una Asociación violenta, porque aquí frente a esas imputaciones de violencia vagas, de hordas fascistas y de nuestros asesinos y de nuestros pistoleros, yo invito al Sr. Hernández Zancajo[21] a que cuente un caso sólo, con sus nombres y apellidos, mientras yo, en cambio, le digo a la Cámara que a nosotros nos han asesinado un hombre en Daimiel, otro en Zalamea, otro en Villanueva de la Reina y otro en Madrid, y está muy reciente el del desdichado capataz del periódico “F.E.”, y todos estos tenían sus nombres y apellidos, y de todos estos se sabe que han sido muertos por pistoleros que o pertenecían a la Juventud Socialista o recibían muy de cerca sus inspiraciones. Estos son datos ciertos.

Es decir, nos encontramos frente a la situación de que en apenas transcurridos cuatro meses desde el 29 de octubre de 1933 las filas falangistas ya contaban con cuatro bajas, caídas bajo las balas asesinas disparadas desde la izquierda socialista y que los primeros tiros mortales no salieron desde las armas de los militantes nacionalsindicalistas, insistamos en concretar que la violencia ejercida por los falangistas no dejaba de pasar de meras acciones de provocación verbal y de algún que otro porrazo o puñetazo, solventado a fuerza de navajazos o tiros provenientes desde el inicio de las filas fascistas o de los pistoleros alquilados y encargados para ejercer el terrorista acto de eliminación física de los fascistas.

EVOLUCIÓN NUMERO VICTIMAS FALANGISTAS
AÑO FALANGISTAS O SIMPATIZANTES PORCENTAJE TENDENCIA

GOBIERNO REPUBLICA

1933[22] 4 3,85 IZQUIERDA
1934 15 14,42 CENTRODERECHA
1935 13 12,5 CENTRODERECHA
1936[23] 72 69,23 FRENTE POPULAR
Total 104 100

Y no olvidemos por otra parte como según mantiene diversos autores no partieron los primeros disparos desde las filas nacionalsindicalistas, como tampoco fueron los primeros muertos los marxistas, recordemos las palabras de José Antonio Parejo Fernández[24]

Falange se fundó el 29 de octubre de 1933. Un mes después, sin tiempo de haber pensado en las pistolas alguien disparó contra la multitud en un mitin de Primo de Rivera en Cádiz, ocasionando un muerto y varios heridos. El 11 de enero de 1934 fue asesinado el primer falangista en Madrid, el cual acababa de comprar una publicación de Falange. El 27 de enero de 1934 fue asesinado a tiros el encargado de dirigir las ventas de F.E. El 3 de febrero dos heridos de bala que vendían el periódico, el 9 de febrero moría Matías Montero. Es decir, en cuatro meses de vida Falange ya sumaba cuatro muertos.

CRONOLOGIA DE LA PERSECUCIÓN GUBERNATIVA CONTRA FALANGE.
FECHA
03/05/1934 Queja por parte del Marques de Elisenda y Julio Ruíz de Alda frente al ministro de la Gobernación por la persecución padecida por militantes y por el partido.
06/02/1934 La Agrupación de Vendedores de Periódicos de Málaga acuerda tomar represalias contra sus afiliados que vendan prensa “fascista”
10/06/1934 Linchamiento por las Juventudes Socialista de Juan Cuellar Campos lo que motiva el cambio de actitud de Falange frente a los atentados iniciándose desde este asesinato la toma de represalias por los falangistas sobre los causantes de los atentados realizados contra los afiliados o simpatizantes del movimiento Nacional Sindicalista.
19/11/1934 Descalificaciones por parte de José María Gil Robles de la CEDA contra Falange
23/07/1935 Acusación de “bolchevismo” contra la Falange por su pronunciamiento contra la Reforma Agraria por parte de la derecha española
02/02/1936 Prohibición del uso de la camisa azul en el Mitin de Manacor en Mallorca
16/02/0936 Elecciones al Congreso de Diputados en las que se da por ganadora de estas al denominado Frente Popular de Izquierdas.
12/03/1936 Atentado perpetrado por miembros de la Primera Línea de Falange en Madrid contra el vicepresidente del Congreso de Diputados Luís Jiménez de Asúa, del que sale ileso, muriendo en dicho atentado el escolta Jesús Gisbert Urreta del Cuerpo de Vigilancia de la Policía.

Este atentado origino el desencadenamiento de todo tipo de acciones legales e ilegales por parte de los gobernantes del Frente Popular contra la Falange dado el cargo institucional de la víctima[25].

13/03/1936 Orden de Detención de los miembros de la Junta Política de F.E.
14/03/1936 Detención de José Antonio Primo de Rivera y de miembros de la Junta de Mando de Falange Española por Asociación Ilícita lo que generara un manifiesto por parte de José Antonio que originara el primer procedimiento judicial por supuesto delito de Infracción de la Ley de Imprenta.
17/03/1936 Declaración de la ilegalidad de Falange por parte del Gobierno del Frente Popular.
19/03/1936 Anuncio de Suspensión de las actividades de F.E. en toda España.
20/03/1936 Emisión por parte del Ministerio de la Gobernación de la Circular n.º 90 por la cual se ordena la clausura de todos los locales y la detención de los miembros de Falange por considerar el Gobierno que el movimiento falangista era ilegal.

Por tal motivo se procede a la clausura del local de Falange de Palma de Mallorca y a la detención de los miembros de su Junta Provincial.

23/03/1936 Juicio contra José Antonio Primo de Rivera por infringir la Ley de Imprenta.
28/03/1936 Condena a José Antonio Primo de Rivera por Injurias contra José Alonso Mallol director general de Seguridad.
03/04/1936 Condena a Falange Española por Infracción de la Ley de Imprenta por el Tribunal de Urgencia de la Audiencia de Madrid.
27/04/1936 Cuarto proceso judicial contra José Antonio Primo de Rivera por Tenencia Ilícita de Armas por Orden Gubernativa se cambian todos los Magistrados que componían la Sala por otros más proclives al Frente Popular.
30/04/1936 Proceso contra Falange Española y su Junta de Mando por Asociación ilegal del cual resultan absueltos por el Tribunal Supremo de Madrid por considerar que tanto sus Estatutos como sus 27 Puntos Programáticos eran legales y que se atenían a las leyes y a la Constitución Republicana.
05/05/1936 El Tribunal Supremo revoca la condena contra F.E. del Tribunal de Urgencia de la Audiencia de Madrid de 3 de abril de 1936
19/05/1936 Anulación de la sentencia contra José Antonio Primo de Rivera del Tribunal de Urgencias de la Audiencia de Madrid por Injurias al José Alonso Mallol del 28 de marzo de 1936 por el Tribunal Superior de Madrid.
28/05/1936 Sentencia del juicio oral contra José Antonio Primo de Rivera por Tenencia Ilícita de Armas del que resulta condenado a cinco meses de prisión.

Insistamos pues en las palabras de José Antonio y en las directrices emanadas desde la Jefatura Nacional a todos las Territoriales del movimiento falangista.

Por la izquierda se nos asesina (o a veces se intenta asesinarnos, porque no somos mancos, a Dios gracias). El Gobierno del Frente Popular nos asfixia (o intenta asfixiarnos, porque ya se ve de lo que sirven sus precauciones). Pero – ¡cuidado, camaradas! – no está en la izquierda todo el peligro. Hay – ¡aún! – en las derechas gentes a quienes por lo visto no merecen respeto nuestro medio centenar largo de caídos, nuestros miles de presos, nuestros trabajos en la adversidad, nuestros esfuerzos por tallar una conciencia española cristiana y exacta. Esas gentes, de las que no podemos escribir sin cólera y asco, todavía suponen que la misión de la Falange es poner a sus órdenes ingenuos combatientes. Un día sí y otro no los jefes provinciales reciben visitas misteriosas de los conspiradores de esas derechas, con una pregunta así entre los labios: «¿Podrían ustedes darnos tantos hombres?» Todo jefe provincial o de las J.O.N.S., de centuria o de escuadra a quien se le haga semejante pregunta debe contestarla, por lo menos volviendo la espalda a quien la formule. Si antes de volverle la espalda le escupe el rostro no hará ninguna cosa de más. ¿Pero qué supone esa gentuza? ¿Que la Falange es una carnicería donde se adquieren al peso tantos o cuántos hombres? ¿Suponen que cada grupo local de la Falange es una tropa de alquiler a disposición de las empresas? La Falange es una e indivisible milicia y partido. Su brío combatiente es inseparable de su fe política. Cada militante en la Falange está dispuesto a dar su vida por ella, por la España que ella entiende y quiere, pero no por ninguna otra cosa. No ya la vida; ni una gota de sangre debe dar ningún camarada en auxilio de complots oscuros y maquinaciones más o menos derechistas cuyo conocimiento no les llegue por el conducto normal de nuestros mandos.[26]

PORCENTAJE FALANGISTAS ASESINADOS POR EDADES
EDAD NUMERO PORCENTAJE
Menores de 15 años 3 2,88
Entre 16 y 20 años 25 24,04
Entre 21 y 30 años 30 28,84
Entre 31 y 40 años 14 13,46
Entre 41 y 50 años 4 3,84
Mayores de 50 años 1 0,96
Edad desconocida 20 19,24
Jóvenes sin especificar edad 7 6,74
Total 104 100

Lo evidente es que por los sectores defensores de la tesis de que la violencia ejecutada desde las distintas milicias armadas de tendencia marxista era como consecuencia de las constantes provocaciones provenientes desde las filas falangistas, obvian que aun siendo evidente la existencia de dicha provocación, esta no pasaba de simples actos de reventar algún que otro mitin a base de gritos, con el evidente riesgo para la vida de los provocadores, o bien por el mero hecho de vocear los diferentes boletines de la organización por las calles de España.

Esta estrategia de buscar cobijo bajo el manto de la provocación de siempre ha sido utilizada por las izquierdas como consecuencia de un espontáneo desbordamiento de las masas cuando la realidad es que muchísimos de los actos de tal violencia no tuvieron nada que ver con las juveniles provocaciones fascistas; la realidad es que más que tales espontáneas explosiones populares no dejaban de ser la puesta en marcha del exterminio del nuevo enemigo en el predominio e influencia marxista, personificado en los falangistas que mediante una oposición ideológica les disputaba a comunistas y socialista tanto en la calle como en la acción en las fábricas y campos su influencia sobre la clase trabajadora.

PORCENTAJE FALANGISTAS ASESINADOS POR PROFESIONES
PROFESION NUMERO PORCENTAJE
Obreros 44 42,31
Estudiantes 27 25,96
Profesión desconocida 23 22,12
Otras profesiones[27] 10 9,61
Total 104 100

Nos encontramos pues frente a la indudable tergiversación del concepto de la dialéctica de los puños y las pistolas tan brillantemente presentado por José Antonio en el Teatro de la Comedia de Madrid el 29 de octubre de 1933 y que a su vez propició tras las burdas y constantes manipulaciones que la imagen de Falange adquiriera la visión de ser una organización violenta, muy reñida y alejada de la intención primaria presentada por el fundador del movimiento falangista.

Su uso, el de la frase anteriormente indicada, además de ofrecer una realidad muy distinta al efecto que se buscaba, miente en cuanto a lo que José Antonio Primo de Rivera en realidad pretendía que fuera, no es cierto que tal como indica Eduardo González[28], el fin primario de Falange fuera el uso de la acción violenta sobre la acción de la palabra, más bien todo lo contrario.

Ya desde sus primeros escarceos fascistizantes Primo de Rivera consideraba la violencia como algo secundario en la defensa de la propia alternativa doctrinal

Creer en el predominio de la violencia es desconocer todo el proceso y luchas internas que se desencadenaron en el seno del movimiento falangista sobre la postura a adoptar frente al uso de la acción violenta.

Proceso traumático que conllevó a una crisis interna para la imposición de una u otra postura ganada por José Antonio, victoria que llevó a la expulsión de las filas nacionalsindicalistas de los causantes de los primeros brotes de indisciplina manifestados y puestos de relieve sobre todo con el asesinato de Matías Montero.

El ambiente en torno al partido de Primo de Rivera se enrareció: Los primeros brotes de indisciplina se produjeron precisamente en el entierro de Montero, y el debate sobre la actitud a adoptar en estos casos, se abrió en el seno de Falange con una violencia inusitada, José Antonio presentaba la postura más conciliadora, mientras que ex-oficiales [sic] como Ruíz de Alda, José Sainz, Arredondo o Rada proponían acentuar las represalias[29].

Pensemos como, el supuesto movimiento violento, según las teorías exculpatorias a favor del exterminio fascista, carecía de una sección paramilitar o milicia clara y concreta, y que esta no aparece y desarrolla hasta que los hechos violentos sobre los obligados, por el boicot anteriormente expuesto, voceadores y vendedores callejeros se ven atacados por la mera provocación de defender el derecho a exponer públicamente su ideario político.

Apretar el gatillo fue el último paso en la asimilación de la violencia. Cuando la dieron, el arrojo exigido, el ideal de violencia fascista cobró definitivamente carta de naturaleza en la militancia falangista, posibilitando así a partir de entonces la Primera Línea de la Falange deviniera en el instrumento de castigo con el que llevar a cabo las acciones contra los enemigos[30].

No es hasta junio de 1934 cuando se adopta y crean las milicias falangistas denominadas de Primera Línea, y recordemos por la necesidad de proteger a sus camaradas de la violencia asesina marxista. Insistamos en recordar como las primeras balas fueron disparadas contra los jóvenes vendedores falangistas por los pistoleros habituales de la conocida como “acera roja” de Madrid.

Insistamos en recordar que el vuelco a la violencia, se logró retorciendo la voluntad primaria de José Antonio tras el brutal y salvaje linchamiento del joven falangista Juan Cuellar por los miembros de las Juventudes Socialistas el 10 de junio de 1934 en los Montes del Pardo y que en esas fechas fue cuando se produjo el acto de represalia que conllevó la primera víctima socialista justo cuando el negro Telón de los Caídos falangista tenía inscritos los nombres de sus doce primeros caídos asesinados por los marxistas.

PUBLICADO en el núm. 17 del Boletín de Amigos del Castillo de San Carlos en enero de 2023.

[1] José Antonio Parejo Fernández. De puños y pistolas. Violencia falangista y violencias fascistas. Madrid 2012

[2] J. Pérez de Cabo. ¡Arriba España! Madrid 1935. Prólogo de José Antonio Primo de Rivera.

[3] Vista a la derecha. Aviso a los “madrugadores”: la Falange no es una fuerza cipaya. No Importa, Boletín de los días de persecución, número 3, 20 de junio de 1936.

[4] Discurso fundacional de Falange Española pronunciado en el Teatro de la Comedia de Madrid el 29 de octubre de 1933.

[5] Renovación. Órgano de la Federación de Juventudes Socialistas de España n.º 114. Madrid.21 de octubre de 1933.

[6] Renovación. Órgano de la Federación de Juventudes Socialistas de España n.º 132. Madrid 3 de marzo de 1934.

[7] Izquierda Republicana resultado de la fusión de Acción Republicana y otros partidos de ideología radical de izquierdas y republicanas en 1934.

[8] Carmen Martínez Pineda. 2016. La censura de prensa en la Segunda República española (1931 – 1936. Universidad Complutense de Madrid.

[9] Pilar Higuera García. 2019. La libertad de prensa en España durante la Segunda República. Universidad de Cantabria.

[10] José Antonio Parejo Fernández. De puños y pistolas. Violencia falangista. Revista Ayer n.º 88. 2012

[11]  El 1 de febrero de 1934 estalla una bomba en los talleres de impresión del Semanario FE en la calle Ibiza de Madrid causando heridas a cinco operarios que trabajaban en su confección y grandes destrozos materiales.

[12] El 28 de enero de 1934 caía asesinado por los socialista Vicente Pérez Rodríguez simplemente por ser el capataz de venta del semanario FE.

[13] Justificación de la violencia. No importa. Boletín de los días de persecución. N.º 2 del 6 de junio de 1936.

[14] Entrevista del 9 de febrero de 1936 en diario El Sol

[15] Anarquistas

[16] Alcaldes, policías, serenos.

[17] Atentados con participación de militantes de ambos partidos.

[18] Heredero del Partido Republicano Democrático Federal creado tras la Revolución de septiembre de 1868 de tendencia Radical Republicana y Federalista

[19] Diario de Sesiones de Cortes del Congreso de Diputados sesión celebrada el jueves 1 de febrero de 1934.

[20] Federación Universitaria Española organización estudiantil fundada en 1926 por el mallorquín Antonio María Sbert Massanet afiliado en Izquierda Republicana de Cataluña.

[21] Carlos Hernández Zancajo diputado por el Partido Socialista Obrero Español

[22] Desde el 29 de octubre fecha de celebración del Acto del Teatro de la Comedia de Madrid.

[23] Hasta el 17 de julio fecha de inicio del pronunciamiento militar.

[24] José Antonio Parejo Fernández. De puños y pistolas. Violencia falangista y violencias fascistas. Madrid 2012.

[25] Juan Manuel Cepeda. Primera Línea de Falange de Madrid: Atentado contra el dirigente socialista Luís Jiménez de Asúa. Madrid 2017.

[26] Vista a la derecha. Aviso a los “madrugadores”: La Falange no es una fuerza cipaya. Boletín No Importa del 20 de junio de 1936.

[27] Se incluyen profesionales por cuenta propia como: Comerciantes, hoteleros, propietarios agrícolas, etc.

[28] Eduardo González Calleja, Camisas de fuerza: Fascismo y paramilitarización. Historia Contemporánea n.º 11. Universidad del País Vasco.1994.

[29] Eduardo González Calleja. Camisas de fuerza: Fascismo y paramilitarización. Revista Historia Contemporánea n.º 11

[30] José Antonio Parejo Fernández. De puños y pistolas. Violencia falangista y violencias fascistas. Revista Ayer. 2012.

[1] Justificación de la violencia. No importa. Boletín de los días de persecución. N.º 2 del 6 de junio de 1936.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja un comentario