PRIMERA LÍNEA

Bartomeu C. Moragues Jordà

La persecución gubernamental de los primeros falangistas mallorquines. 1936

Falangistas de Campanet, Inca y Mancor de la Vall detenidos en el Depósito de Inca en abril de 1936

 

El caso ocurrido ayer en la Plaza de Toros relativo a individuos que repartían hojas con propagandas fascistas y por tanto subversivas lo ha calificado de verdadero abuso y acción intolerable por lo que al individuo a quien se detuvo ejerciendo dicha labor se le castigará con máximum [sic] de penalidad que establece la Ley.[1]

 

La década de los años treinta del pasado siglo XX fue escenario y testigo de dos hechos históricos de suma transcendencia en el desarrollo posterior del Estado español que se extendería hasta el 6 de diciembre de 1978 cuando el pueblo soberano ratifico en referéndum democrático y popular la vigente Constitución aprobada anteriormente por las Cortes españolas.

El uno, los resultados de los comicios municipales del 12 de abril de 1931, que lejos de deparar una clara victoria republicana, tal como se ha pretendido vender, estableció lo que se podría considerar como un empate técnico entre las dos tendencias mayoritarias, monárquicos y republicanos, con una ligera ventaja de los primeros sobre los segundos.

Añadamos a estas dos fuerzas la presencia de los partidos minoritarios siempre predispuestos a sacar mejor tajada de la situación política resultante y que tantas coincidencias y concomitancias con la situación actual de la política española nos presenta.

DISTRIBUCIÓN DE VOTOS POR TENDENCIAS ELECCIONES ABRIL 1931[2]
MONARQUICOS REPUBLICANOS VISAGRAS
Monárquicos 40.324 Republicanos Socialistas 36.282 Regionalistas catalanes 1.014
Esquerra Republicana 3.219 Nacionalistas vascos 267
Comunistas 67 Independientes 267
TOTALES 40.324 39.568 1548

El otro, los no menos importantes resultados de las Elecciones Generales al Congreso de Diputados del 16 de febrero y 1 de marzo de 1936 que supuestamente dieron el triunfo a la coalición revolucionaria conocida como Frente Popular de Izquierdas frente a unas derechas desunidas y enemistadas primero entre sí y después con el resto del mundo del panorama político.

RESULTADOS ELECTORALES FEBRERO 1936[3]
FRENTE POPULAR DE IZQUIERDAS FRENTE NACIONAL DE DERECHAS CENTRISTAS
4.434.381 4.402.811 324.276

En el primero de los dos casos, a pesar de que el número de votos por tendencia política no sea conocido con exactitud se puede establecer una aproximación al número de concejales; la derivada realmente trágica es como unos comicios municipales de dudoso triunfo republicano propiciarían la caída de la monarquía española y con ello el cambio de sistema con el reemplazo del régimen monárquico por el republicano que desde entonces sería conocida como II Republica.

Ambas fechas y la situación política vigente en las mismas nos presentan un claro común denominador como es el que hasta la fecha ha sido imposible establecer el resultado definitivo, contundente y real de ambos escrutinios dada la complejidad y sobre todo las maniobras revolucionarias utilizadas desde el sector de la izquierda, en aquellas épocas internacionalista, imperantes en los partidos claramente implicados en la instauración de la dictadura del proletariado en el Estado español y que con tanta efectividad trasladaba a la calle.

En algún momento y en base al rigor historiográfico se deberá empezar a investigar y analizar el valor y las consecuencias de los efectos de las huelgas en Correos y Telégrafos por parte de los sindicatos marxistas así como la presión revolucionaria ejercida desde la calle por dichas organizaciones políticas y sindicales centrados en desvirtuar la realidad de unos resultados que recientes investigaciones hacen poner en duda la verdad sostenida hasta la fecha.

Pues bien, es dentro este panorama, de enfrentamiento y confrontación, donde nace un nuevo lenguaje político equidistante de ambas tendencias, enemigo declarado tanto del sistema capitalista (derecha) como del sistema socialista (izquierda).

El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un antipartido, sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas. Porque en el fondo, la derecha es la aspiración a mantener una organización económica, aunque sea injusta, y la izquierda es en el fondo, el deseo de subvertir una organización económica, aunque al subvertirla se arrastren muchas cosas buenas. Luego, esto se decora en unos y otros con una serie de consideraciones espirituales. Sepan todos los que nos escuchan de buena fe que estas consideraciones espirituales caben en nuestro movimiento; pero que nuestro movimiento por nada atará sus destinos al interés de grupo o al interés de clase que anida bajo la división superficial de derechas e izquierdas.[4]

Nos encontramos frente a una declaración de principios que a la larga llevará al movimiento falangista a una confrontación constante contra los unos, los conservadores y tradicionalistas, y los otros, los partidarios de la implantación de la lucha de clases y por ende de la llamada Dictadura del Proletariado.

Es desde el sector de las derechas, que pretendieron ver en el nuevo movimiento surgido en la España de 1933 una banda o partida de la cual se podía sacar provecho como fuerza de choque que llevara a cabo el trabajo sucio de la contención y eliminación de sus adversarios de izquierdas.

Así como la enemistad transfigurada en odio de los sectores de izquierdas que observaron no sin temor como surgía un nuevo movimiento, el nacionalsindicalismo, que no solo le hablaba al obrero de forma diferente sino que calaba su doctrina en el pensamiento de la masa estudiantil y proletaria confiriéndole unos nuevos valores y que por ello entraba de lleno en la competencia por el control y dominio de la masa asalariada y obrera.

Es en 1936 donde nos encontramos, tal como ocurriera en las elecciones municipales de febrero de 1931, en que los españoles seguían divididos en dos bloques que a pasos agigantados obviaban la confrontación ideológica y parlamentaria para cada vez más sumergirse en el camino de la confrontación física y violenta con sus oponentes.

Querer presentar el periodo que transcurre entre 1931 y 1936 como un periodo democrático y tranquilo es caer en un buenismo que apenas se sostiene si observamos la realidad de la situación tan convulsa que se vivió en España; recordemos la existencia y utilización de la Ley de Prensa que sometía a esta a la censura previa continuamente utilizada para cercenar los medios de información y comunicación a gusto y placer el gobierno de turno y del cual fue constantemente perjudicado el movimiento falangista.

Por solo llevar a colación sobre el control democrático ejercido sobre las diferentes formas de pensar recordemos las Leyes promulgadas por el Gobierno Provisional de Manuel Azaña Díaz como la Ley de Defensa de la República del 21 de octubre de 1932, posteriormente reemplazada por la Ley de Orden Público del 28 de julio de 1933 promulgada bajo el amparo de nuevo por un Gobierno presidido por Manuel Azaña Díaz.

Incidamos como al amparo de estas Leyes inicialmente fueron los partidos y sobre todo los diarios católicos, monárquicos y antirrepublicanos quienes más sufrieron y padecieron las consecuencias de la férrea y partidista censura previa, al tener que someter las distintas ediciones al control y visado de la censura oficial antes de la publicación.

En este apartado es de justicia recordar que los distintos y diferentes gobiernos de derecha, también hicieron uso y abuso de la aplicación de las normas legislativas impulsadas por el socialismo español. Siendo también de justicia recordar como el supuesto triunfo electoral del Frente Popular de Izquierdas sirvió para, en la supuesta defensa de la República, ejercer gubernamentalmente un control de sus adversarios declarándolos enemigos de esta, declaración que en muchísimas ocasiones la Justicia española se encargó de desmentir.

Recordemos algunos de los episodios violentos vividos en la España de la década de los años treinta durante la II República: La Insurrección Anarquista del Alto Llobregat entre el 17 y el 27 de enero de 1932 con 51 víctimas mortales; el fracasado intento de golpe de estado por parte del General Sanjurjo el 10 agosto de 1932 con 10 víctimas mortales; la Revolución Anarquista entre el 1 y el 10 de enero de 1933; la Insurrección Anarquista entre el 8 y el 15 de diciembre de 1933 y la Revolución mal llamada de Asturias en octubre de 1934 entre el 5 y el 9 de dicho mes con un número de víctimas mortales oscilante entre las 1.500 y 2.000 bajas sin olvidarnos de la constante y continua conflictividad laboral y el ambiente generalizado de violencia social.

Este era el panorama político que se presentaba en la España de los años treinta del pasado siglo. Panorama que establecía una clara división ideológica en dos bandos irreconciliables que pasaron a convertir a los adversarios políticos en auténticos enemigos a eliminar o extinguir sin importar en absoluto el método utilizado para tal fin.

De estas dos importantes fechas la que más nos interesa, para el desarrollo del presente trabajo, es la segunda, que derivaría en la formación del Gobierno Popular del Frente de Izquierdas desde el cual se establecería y emanarían toda una serie de ordenes e indicaciones sobre la persecución y eliminación de las distintas tendencias políticas de centro y derecha y sobre todo del incipiente movimiento revolucionario que presentaba el nacionalsindicalismo español bajo la fórmula de “delito contra la forma de gobierno” creándose con ella la prevalencia de las disposiciones gubernativas sobre las judiciales.

Traigamos a la memoria que Falange Española nace o tiene como fecha de presentación pública en el Acto de Afirmación Nacional celebrado el 29 de octubre de 1933 en el Teatro de la Comedia de Madrid, se fusiona y da lugar al movimiento político conocido como Falange Española de las J.O.N.S. de forma oficial el 4 de marzo de 1934.

Pues bien, desde sus primeros actos públicos son los falangistas quienes se convierten en las victimas predilectas de la violencia ejercida por activistas sindicalistas y militante de partidos de izquierdas que no toleraban ni la presencia de los falangistas en las calles y mucho menos la existencia de un serio competidor ideológico de creciente influencia sobre la clase obrera o proletaria según el lenguaje marxista.

En trabajos anteriores dejamos constancia de cómo no fueron los militantes del movimiento nacionalsindicalista español los primeros practicantes de la violencia política[5].

Queda fuera de toda duda que no fueron los falangistas los primeros en utilizar la violencia, quien quiera puede consultar las opiniones de autores como: Pio Moa, Stanley G. Paine, Gabriele Ranzato, Francisco del Rey Reguillo o Joan Maria Thomàs Andreu.

Desde un principio fueron las fuerzas revolucionarias marxistas las que bajo la excusa de la presunta provocación fascista pusieron una desproporcionada y asesina práctica de respuesta violenta de confrontación a navajazos o tiros contra los elementos falangistas más empeñados en la pegada de carteles o en la venta de sus periódicos o semanarios ideológicos que en la práctica armada de la violencia.

Pese a este escenario de beligerancia extrema desarrollada en el resto del Estado español nos encontramos con una situación mucho más tranquila en Mallorca; un somero repaso a las publicaciones diarias de la prensa mallorquina durante dicho periodo nos dará un claro reflejo de la poca intensidad en la violencia desarrollada por los falangistas mallorquines, los pocos que hasta febrero de 1936 habían ingresado en la militancia nacionalsindicalista insular mucho más implicados en las acciones de propaganda y proselitismo que en la persecución y aniquilamiento político del contrario.

Es conveniente sostener que pese a la violenta situación de enfrentamiento a muerte desarrollada en la península, no ocurría así en Mallorca, donde los enfrentamientos solían ser a un nivel mucho menos contundentes y violentos, situándose en el mero intercambio de manotazos y porrazos entre los estudiantes militantes en los sindicatos estudiantiles mayoritarios confrontados como eran la Federación Universitaria Escolar o F.U.E. y el falangista Sindicato Español Universitario o S.E.U., no pasando de la mera algarada y confrontación juvenil en la mayoría de las ocasiones solventada a base de mamporros y puñetazos.

Entonces se nos llamó locos por las derechas y como en Madrid se atacaban a tiros los falangistas y los marxistas, éstos nos llamarón asesinos.[6]

Insistamos de nuevo en señalar la utilización preventiva por parte de los sectores marxistas del concepto “provocación” que les producía la sola existencia del por ellos denigrante movimiento fascista; tal como podemos observar en el cuadro desarrollado a continuación, fiel reflejo de que la violencia aplicada por el falangismo insular no fue más que de respuesta a la practicada de forma contundente por los sectores marxistas.

Y que si existe una evolución hacia grados mayores de respuesta lo es como consecuencia de una autodefensa y que dicha respuesta lo es en forma de represalia a la persecución mortal a que era sometidos los falangista desde el primer momento de su creación y presencia en la vida política nacional y que esta, violenta respuesta, va creciendo a partir, sobre todo, de las elecciones de febrero de 1936, sobre todo en Mallorca, como consecuencia de la toma del poder por parte del Frente Popular de Izquierdas y su partidista actuación gubernativa en la persecución, muchas veces rozando la alegalidad, contra tanto la organización política como de sus mandos y militantes.

CRONOLOGIA DE LOS INCIDENTES FALANGISTAS EN MALLORCA
FECHA ACTOS
17/01/1934 Ejerciendo la protección de los asistentes a la Procesión de San Antonio son apedreados por militantes de la izquierda que protestaban por la celebración del acto religioso.
17/01/1935 De nuevo garantizando el orden y la seguridad de la Procesión de San Antonio son agredidos por militantes de la izquierda resultando herido con una pedrada el falangista Fernando Diaz Plaja.
10/07/1935 Ocupación policial de la sede de Falange en la que se produce la detención de algunos de los militantes falangistas.
11/07/1935 Asalto por parte de los falangistas a los locales de la Juventud de Izquierda Republicana de La Vileta obligando a la suspensión del baile que allí se celebraba.
19/01/1936 Mitin de Falange en el Teatro Principal de Manacor que tiene que ser suspendido por los enfrentamientos causados por los militantes de izquierda resultando herido de una pedrada el falangista Juan Riera Cavaller el cual durante los enfrentamientos llego a empuñar una pistola detonadora.
21/01/1936 Organización por parte del S.E.U. de la “Huelga General Universitaria Indefinida” que es seguida en la Escuela de Comercio, Escuela Normal e Instituto con enfrentamientos a puñetazos entre los afiliados del S.E.U de Falange y de la F.U.E. de Izquierdas.
21/02/1936 Intento de quema por parte de izquierdistas de la iglesia del Convento de San Jerónimo de Palma siendo sofocado por los falangistas Antonio Vilella y Tomás Roldan.
14/03/1936 Orden de Detención de la Junta de Mando de Falange Española por parte de la Dirección General de Seguridad.
20/03/1936 Clausura de los Locales de Falange en Palma y detención de algunos de los militantes de Falange.
30/03/1936 Se produce la detención de varios mandos y militantes falangistas en las localidades de Campanet, Inca y Mancor de la Vall.
09/04/1936 Detención del falangista Néstor Gallego Caparros.
10/04/1936 Detención de toda la Junta Provincial de Mando durante 24 horas.
13/04/1936 Colocación, la víspera de la celebración de la instauración de la II República, de una bandera de Falange en la estatua del Rey Jaime I de la plaza de Joanot Colom (actual Plaza de España) por parte de los falangistas Jaime Mulet y Miguel Caldentey.
14/04/1936 Intento de asalto y destrucción de la JONS de Llucmajor por una masa de izquierdistas siendo detenido el falangista Antonio Garcias Garau entre otros.
16/04/1936 Detención de militantes de Falange en Manacor.
17/04/1936 Como consecuencia de los incidentes protagonizado por los izquierdistas durante los actos de la conmemoración de la II República se producen enfrentamientos entre militantes de izquierdas y los falangistas en la plaza de Cort de Palma, siendo detenidos varios falangistas en Palma y otras localidades de la isla.
19/04/1936 Enfrentamiento entre presos comunes y falangistas en la Prisión Provincial de Capuchinos, estos enfrentamientos se trasladan a la inmediaciones de la Prisión entre simpatizantes izquierdistas y familiares de los falangistas, lo que obliga al posterior traslado de los falangistas detenidos al Castillo de San Carlos.
Pintadas en el Instituto Ramón Llull, Escuela de Comercio y la Escuela Normal de los afiliados en apoyo de la Huelga General de Estudiantes por los miembros del S.E.U. Juan Barbara, Fraterno Juan y Miguel Gascón.
23/04/1936 Enfrentamiento entre estudiantes de izquierdas y afiliados del S.E.U. con motivo de la Huelga General de Estudiante promovida por el sindicato falangista, son detenidos los miembros del S.E.U. Juan Barbará, Miguel Gascón y Jaime Mulet.
00/05/1936 Multas de 3.000 pesetas a los falangistas Juan Muntaner Sureda y Juan Santandreu Llinás “Teco” de Villafranca por alteración del orden público al repartir propaganda.
23/05/1936 Detención del impresor José Cladera por imprimir en su taller los ejemplares de “Aquí estamos”
04/06/1936 Colocación de un artefacto explosivo en una de las ventanas de la Casa del Pueblo por parte de militantes falangistas causando siete heridos. Son detenidos los falangistas Francisco Bosch y Guillermo Mayor posteriormente liberados por falta de pruebas.
28/06/1936 Detención de la falangista María Luisa Ramonell que actuaba de enlace para el movimiento nacionalsindicalista.
03/07/1936 Lanzamiento de un petardo por parte de falangistas al alcalde de Mancor de la Vall.

Observemos como en el anterior cuadro de los veinticuatro actos o incidentes investigados la gran mayoría se corresponden a una autoría no atribuible a los falangistas mallorquines, puesto que nueve corresponden a intervenciones gubernativas y policiales, ocho de autoría claramente atribuible a organizaciones sindicales o políticas de izquierda y siete lo son claramente imputables a los falangistas.

Dentro de este panorama de división en dos frentes no solo opuesto ideológicamente sino más bien dispuestos a la confrontación violenta y a la eliminación física del adversario reconvertido ya en enemigo a muerte de ambas Españas nos encontramos frente a una serie de circunstancias y fechas que deberían ser tenidas muy en cuenta; nos referimos por lo tanto a la creación de toda una serie de escenarios y situaciones las cuales debemos precisar para comprender la veloz evolución hacia la práctica de la violencia como medio de expresión política de supervivencia desarrollada por el movimiento nacionalsindicalista.

Ya hemos hablado del amparo y excusa de la supuesta provocación falangista para la aplicación de la represalia violenta y asesina practicada con excesiva facilidad por las bandas de pistoleros afines o pagados por los partidos y sindicatos marxistas.

Otro de los conceptos que adquieren una gran importancia y que a partir de la formación del gobierno del Frente Popular de Izquierdas, es la presentación de los movimientos opuestos a la ideología revolucionaria marxista como antidemócratas y por ello enemigos de la República bajo la creación de un binomio confrontado y enemistado entre supuestos demócratas y fascistas.

Siguiendo en la presentación de estos conceptos uno de ellos, ya mencionado anteriormente, es la sustitución de la vía judicial por la aplicación de la vía gubernativa siempre alejada del marchamo legal y que muchas veces se establecía en el campo de la alegalidad e irregularidad legal más sometido a la voluntad partidista que de aplicación de las Leyes vigentes y de las sentencias derivadas de ellas.

Una clara idea y ejemplo de esta persecución gubernativa e ideológica la encontramos en las palabras pronunciadas por el Gobernador[7] a la prensa local.

EL GOBERNADOR SERA ENERGICO, HA DICHO, CON LA PROPAGANDA FASCISTA ENCUBIERTA.[8]

El señor Gobernador, visiblemente decidido, al visitarle esta mañana nos ha dicho:

Que molesta grandemente esta propaganda fascista que, en forma encubierta y desde hacía ya bastante tiempo venía haciéndose a ciencia y paciencia de casi todos.

Que estaba dispuesto por todos los medios a acabar con este estado de cosas y, que por lo tanto, aplicaría todo el peso de la Ley, en las sanciones no sólo a los que fueran sorprendidos repartiendo hojas clandestinas, fijando pasquinas [sic] o haciendo propaganda por cualesquiera otros medios, de dicha clase, sino a quienes sea encontrado material de la clase referida aunque solo sea una hoja o en insignificante porción.

Advierte, pues, su decisión para que luego quienes infrinjan en tal sentido no apelen a recomendaciones ni a medios de ninguna otra especie para que les sean levantados los castigos pues no ha de ser en lo más mínimo atendidas.

Dicha propaganda y la constante excitación y tensión de ánimo que ella origina es un perjuicio de la tranquilidad pública de cuantos quieren vivir en paz, y sobre todo un grave perjuicio para Mallorca porque le resta el carácter de tranquila y laboriosa de que viene disfrutando en todas partes y que tantos beneficios así turísticamente como en otras formas le ocasiona.

El caso ocurrido ayer en la Plaza de Toros relativo a individuos que repartían hojas con propagandas fascistas y por tanto subversivas lo han calificado de verdadero abuso y acción intolerable por lo que al individuo a quien se detuvo ejerciendo dicha labor se le castigará con máximum [sic] de penalidad que establece la Ley.

Fue, dicho individuo, puesto a disposición del Juzgado.

Le fueron ocupadas cantidad importante de las hojas que repartía.

Es muy curioso observar la expresión de que “molesta grandemente” una u otra actitud, entrando en el campo de la molestia de carácter personal o corporativa, para decidir si sancionar o no las acciones o posturas adoptadas por los movimientos opuestos, obviando si dichas acciones eran o no opuestas a la normativa legal vigente o fueran claras y evidentes infracciones a la misma.

Otro dato sobre la paternidad violenta imputable a los izquierdistas los encontramos en la comunicación emitida por el alcalde de Manacor en relación con los incidentes acaecidos durante la celebración del mitin organizado por los falangistas en dicha ciudad el día 19 de febrero de 1936 publicado en el diario Ultima Hora de la capital mallorquina el 21 del mismo mes.

Que momentos antes de dar principio el acto y a medida que iban entrando en la sala, individuos de Falange Española, eran saludados con el característico saludo fascista, el cual se repitió al salir la bandera de la agrupación, siendo contestado este saludo, por numerosos extremistas asistentes, con los puños en alto, al mismo tiempo que un fascista era agredido por varios de aquellos, lo que dio lugar a un tumulto.[9]

Otro claro ejemplo de tan arbitraria actuación gubernativa la encontramos en los argumentos expresados en la detención del falangista Antonio Garcias Garau en los incidentes causados por el intento de asalto de los locales donde se reunían los militantes de la JONS de Llucmajor el 14 de abril de 1936

Desde el 1º de Enero [1936] en la misma situación que paso el año anterior hasta el 14 de Abril que fue encarcelado sufriendo prisión en cuatro dependencias distintas, 1º en una dependencia de la Casa Ayuntamiento de Llucmayor, 2º en el Depósito Municipal de Capuchinos, 3º en la Cárcel Provincial de Palma, 4º en el Castillo de San Carlos (Palma) por haber evitado pistola en mano el asalto de un local de una asociación donde radicaba por aquel entonces la clandestina Falange de las J.O.N.S. y saciar sus criminales deseos una masa numerosa de izquierdistas cuyo propósito era nefasto y no hallando el Sr. Juez, causa en este oficial, le dejaron preso por falangista.[10]

Vemos como se empieza a aplicar un nuevo concepto de argumentación acusatoria como es el mero hecho de ser detenido por la simple circunstancia de ser falangista.

Lo vemos en el caso anterior de la detención de Antonio Garcias Garau en los incidentes de Llucmajor en abril de 1936 y lo vemos en la acusación y detención del estudiante Pedro Lozano Hernández en Madrid el 24 de enero del mismo año, todo lo cual nos hace pensar en la utilización de una genérica argumentación, a falta de mayores indicios delictivos, de la detención por el mero hecho de militar en un partido legal según la Sentencia establecida por la Audiencia Provincial de Madrid el 30 de abril de 1936 y confirmada por el Tribunal Supremo de la Sala del Alto Tribunal, el 9 de junio de 1936, que desestimó el recurso presentado por el Fiscal en Casación contra la primera de las Sentencias.

Lo que si se evidencia es un incremento en la persecución y represión de los movimientos no afines ideológicamente al Frente Popular y con especial encono hacia los falangistas bajo el amparo, ya expuesto anteriormente, de enemigos de la República o de la forma de gobierno republicano.

La actitud hostil y represiva es constante y constatable desde la llegada del Frente Popular al Gobierno de la Nación es constatable y la atestiguan las palabras del Gobernador señor Liarte a la prensa local el 20 de abril de 1936.

El señor Gobernador en la visita de esta mañana nos ha dicho que cumpliendo las instrucciones dadas por el Gobierno con respecto a los elementos fascistas[11]

Desde el 14 de marzo de 1936 se evidencian estos más que intentos por establecer una persecución que fracasada frente a las instancias judiciales se mantienen bajo el marchamo de la Orden Gubernativa, se constatan entre otros con la existencia de cuatro procedimientos abiertos ya fuera contra el Jefe Nacional del falangismo español José Antonio Primo de Rivera como contra la inmensa mayoría de mandos o destacados militantes ya fueran de Falange como del Sindicado de Estudiantes.

Pese a los constantes reveses y varapalos judiciales a modo de sentencias absolutorias emitidas por la más alta instancias judiciales españolas, el Gobierno del Frente Popular continuó con su política de persecución y represión obviando las decisiones judiciales favorables a los falangistas manteniendo bajo la peregrina, y negada en vía judicial, su presión lo cual suponía el cierre y las clausuras de locales y sedes falangistas así como la prohibición y censura de los periódicos y boletines además del encarcelamiento tanto del Jefe Nacional José Antonio Primo de Rivera, prisión que le mantuvo hasta su fusilamiento el 20 de noviembre en Alicante, como de muchos de los mandos tanto nacionales como locales.

Muestra de dicha persecución en Mallorca la encontramos en las detenciones que durante dicho periodo se realizaron en las principales JONS de la isla tal como se reflejan en los siguientes cuadros explicativos.

FALANGISTAS DETENIDOS EN EL DEPOSITO DE PALMA – CAPUCHINOS.

Marzo 1936

NOMBRE JONS PROCEDENCIA
CHIMELIS POL, Pablo Palma
CLAR SALVA, Lorenzo Llucmajor
GALLEGO CAPARROS, Néstor Palma
GARAU AULET, Antonio Llucmajor
GARCIAS GARAU, Antonio Llucmajor
JUAN CAPELLA, Fraterno Palma
JUAN, Bartolomé Palma
MORAGUES MONLAU, José Palma
MULET POU, Jaime Palma
NICOLAU MONTANER, Antonio Palma
ORPI SERRA, Juan Palma
RIERA CAVALLER, Juan Palma
SALVA CREUS, Gregorio Llucmajor
ZAYAS y de BOBADILLA, Alfonso Palma
FALANGISTAS DETENIDOS EN EL DEPOSITO DE INCA

Marzo 1936

NOMBRE JONS PROCEDENCIA
ALCOVER BENNASSER, Sebastián “Xèrif” Campanet
BOLOQUI ALVAREZ, Canuto Inca
DARDER MATEU, Sebastián Mancor de la Vall
MASCARO MASCARO, Pedro Campanet
MASCARO PERICAS, Bartolomé Campanet
MATEU MAIRATA, Gabriel Campanet
REUS CAPELLA, Juan Campanet
TORTELLA PONS, Juan Campanet
FALANGISTAS DETENIDOS EN EL DEPOSITO DE MANACOR

Abril 1936

NOMBRE JONS PROCEDENCIA
JAUME ROSSELLO, Jaime Manacor
LLINAS LLULL, Bartolomé Manacor
LLULL PERELLO, Jerónimo Manacor
MULET DURAN, Miguel Manacor
OLIVER, Bartolomé Manacor
PROHENS CALDENTEY, Juan Manacor
RIERA SALVADOR, Juan Manacor
SASTRE JUAN, Bartolomé Manacor
SASTRE JUANOT, Mateo Manacor
FUSTER[12] Manacor

Y como las organizaciones izquierdistas ejercían con virulencia la presión callejera a modo de justicia popular que posteriormente sería tan profusamente aplicada tras el levantamiento militar del 17 de julio; muestra de la misma son los actos de presión y violencia sobre los familiares de los detenidos en su intento de visitar o conocer la situación de sus familiares.

Con motivo de estas detenciones muchos familiares fueron a la Cárcel para visitar a sus parientes detenidos.

Ayer por la mañana la aglomeración de público frente a la Cárcel fue numerosa.

Allí se congregaron personas de las más extrema ideologías y como sucede en estos casos circularon los más disparatados rumores.

Parece que a consecuencia de estos se produjeron algunos incidentes y tuvo que intervenir la fuerza, apaciguando los ánimos y desalojado el público de los alrededores de la Cárcel.[13]

Dichos incidentes en el exterior y alrededores de la Cárcel palmesana unidos a los conatos de agresión sobre los detenidos falangistas por parte de otros detenidos por delitos comunes animados por detenidos de afiliación anarquista y socialista obligaron a poner en libertad a algunos de los detenidos falangistas, mientras que otros que conformaban la mayoría de los mandos era trasladados desde la Cárcel civil a las instalaciones militares del Castillo de San Carlos.

FALANGISTAS DETENIDOS TRASLADADOS AL CASTILLO DE SAN CARLOS.

Abril 1936

NOMBRE JONS PROCEDENCIA
CHIMELIS POL, PABLO Palma
CLAR SALVA, LORENZO Llucmajor
GALLEGO CAPARROS, NÉSTOR Palma
GARAU AULET, ANTONIO Llucmajor
GARCIAS GARAU, ANTONIO Llucmajor
JUAN CAPELLA, FRATERNO Palma
JUAN, BARTOLOME[14] Desconocida
MORAGUES MONLAU, JOSE Palma
MULET POU, JAIME Palma
NICOLAU MONTANER, ANTONIO Palma
ORPI SERRA, JUAN Palma
RIERA CAVALLER, JUAN Palma
SALVA CAPARROS, GREGORIO Llucmajor
ZAYAS Y DE BOBADILLA, ALFONSO Palma

PUBLICADO en el núm. 15 del Boletín de Amigos del Castillo de San Carlos en enero de 2022.

[1] Palabras de Isidoro Liarte Lausin Gobernador Civil de Baleares al diario Última Hora del 8 de junio de 1936.

[2] Datos tomados de HISTORIA ELECTORAL.COM

[3] Manuel Alvarez Tardío y Roberto Villa Garcia: “1936. Fraude y violencia del Frente Popular” Espasa. Barcelona 2017.

[4] Acto de Afirmación Nacional considerado como el “Discurso de la fundación de Falange Española” en el Teatro de la Comedia de Madrid, el día 29 de octubre de 1933. Presidido por Narciso Martínez Cabezas intervinieron entre otros: Alfonso García Valdecasas, Julio Ruiz de Alda Miqueleiz y José Antonio Primo de Rivera y Saénz de Heredia.

[5] Boletín n.º 14 de la Asociación de Amigos del Castillo de San Carlos. Mayo 2021

[6] Documento mecanografiado sobre la Historia de la Falange Balear encontrado entre la documentación de Antonio Nicolau Montaner. Colección Juan Manuel Bernal.

[7] Isidoro Liarte Lausin Gobernado Civil de Baleares.

[8] Diario Ultima Hora de Palma 8 de junio de 1936

[9] Diario Ultima Hora de Palma 21 de enero de 1936

[10] Hoja Matriz de Servicios de Antonio Garcias Garau.

[11] Diario Última Hora de Palma 20 de abril de 1936.

[12] No consta más información ni referencia, tampoco aparece nadie con el apellido Fuster en la libreta titulada “Vieja Guardia” donde se relacionan los falangistas de la JONS de Manacor.

[13] Diario Última Hora de Palma 20 de abril de 1936.

[14] Aparece indicado en varios documentos, sin más anotación que el nombre y primer apellido.


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