Tras los contactos veraniegos entre Antonio Nicolau y el catalán Alfredo Corominas y la otoñal reunión con Nicolás Garau empezaron a llegar a la isla, y con ello a despertar gran interés entre pequeños grupos de jóvenes estudiantes, noticias que empezarían a mostrar el interés por lo que, a partir del 29 de octubre de 1933, sería el pensamiento postulado, propagado y defendido por José Antonio Primo de Rivera.
A la información remitida por Corominas se le debe sumar el intercambio epistolar entre Nicolás Garau y el propio José Antonio. En una de esas cartas, este último instaba a Garau a trabajar activamente en Mallorca para extender la doctrina de Falange en las islas, tal como recordaría más tarde Antonio Nicolau al indicarle que:
“trabajara en Mallorca para conseguir que se extendiera en estas Islas la doctrina de Falange”
Según esta aclaración, los contactos directos con José Antonio no pueden situarse antes del 6 de noviembre de 1933, fecha cercana a la presentación de los Estatutos del nuevo movimiento. Detalle que resulta fundamental para matizar algunas de las aseveraciones posteriores efectuadas tanto por Nicolau como por Zayas: difícilmente puede hablarse de adhesión a un movimiento político que aun no había adoptado de manera oficial el nombre de Falange, cosa que no se haría hasta bien entrado el mes de noviembre del citado año.
El primer encuentro del grupo tuvo lugar en un espacio público y céntrico: el Café Colón de Palma. Sin embargo, a medida que las reuniones se fueron haciendo más frecuentes, se optó por escenarios más reservados, donde la discreción ayudara a evitar suspicacias sobre su verdadero propósito.

Rojo: Despacho de la Agencia Odiso del sacerdote Juan Crespi Nicolau en la calle Seriñá.
Azul: Despacho del Procurador Antonio Nicolau en la calle Piedad.
Uno de estos lugares fue el despacho del procurador Antonio Nicolau, situado en el número 18 de la calle Piedad. Otro enclave especialmente relevante fue la Agencia Odisso, ubicada en el número 13 de la calle Seriñá. Este local funcionaba como centro de información laboral bajo la dirección del sacerdote Juan Crespí Nicolau, quien atendía a obreros en cuestiones relacionadas con derechos laborales y conflictos ante los Jurados Mixtos.
La Agencia Odisso adquirió pronto un papel estratégico: además de su función social, se convirtió en un punto de contacto con trabajadores interesados en alternativas al marxismo, un objetivo esencial para los planes de expansión del grupo falangista en la isla. En ambos espacios, las reuniones podían justificarse fácilmente como visitas profesionales o consultas laborales, lo que garantizaba una cierta cobertura frente a miradas indiscretas.
En ambos casos se buscaba la justificación de tales reuniones como visitas de clientes tanto para la actividad del procurador, como para la de la Agencia Odisso como centro de información laboral, que, bajo la dirección del sacerdote, por aquellas fechas, Juan Crespí Nicolau, atendía las consultas de los obreros sobre los derechos laborales y conflictos que estos mantenían.
Es Canuto Boloqui quien centra mejor el debate y nos describe con precisión el ambiente de aquellos primeros pasos y movimientos para la creación de Falange en Mallorca:
“En los meses de noviembre y diciembre del año 1933, reunianse en los bajos del número 13 de la calle de Sariñá de esta ciudad, unos cuantos simpatizantes y entusiastas de la llamada de José Antonio había lanzado en una mañana de octubre de aquel mismo año”
Aquellas reuniones, semi clandestinas, a medio camino entre la discreción y la clandestinidad, marcaron el inicio de la implantación de Falange Española en Mallorca. A ellas acudía un reducido grupo, pero a la vez diverso: estudiantes inquietos ante la situación política del país, algún miembro del ejército y un pequeño número de obreros que buscaban una nueva alternativa a la situación social y política dominante en la España de 1934.

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